MENTAL Y LA IMAGINACIÓN

“La imaginación es el lenguaje del alma” (Jung)

“La imaginación es la realidad” (Patrick Harpur)

“La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. La imaginación engloba al mundo” (Einstein)

“La matemática es la lógica de la imaginación” (Leibniz)



La Imaginación

La imaginación es la facultad humana más importante porque es una facultad del alma. El alma es una chispa divina, el núcleo indestructible, eterno y atemporal del ser humano. El alma se reviste de cuerpos para manifestarse en los diferentes planos. El alma consiste en conciencia e imaginación.

La imaginación es una facultad del alma, como la conciencia. La conciencia se reviste de imaginación. Donde está la imaginación ahí está el alma porque la conciencia se reviste de imaginación.

Por lo tanto, la imaginación está en un nivel superior al mental. Siguiendo el principio de causalidad descendente, es imposible pensar sin imaginar. Los pensamientos están siempre soportados por imágenes.

En general, los filósofos han prestado menor atención a la imaginación que a otras facultades humanas. Se han centrado principalmente en la razón, la facultad estrella de la filosofía. Se considera que lo específicamente humano es la racionalidad. La imaginación se ha reducido a lo irracional o a la mera fantasía o ilusión.

Para Hume, la imaginación es una facultad generadora de ideas complejas a partir de otras ideas. La imaginación genera ideas pero no creencias. La razón relaciona ideas, pero no crea nuevas ideas. “La memoria, los sentidos y el entendimiento están todos ellos fundados en la imaginación”.

En los últimos tiempos, la imaginación ha saltado al primer plano, por encima de lo racional, gracias principalmente a filósofos como Jung, Corbin y Hillman. Para estos autores, la imaginación es una facultad capaz de penetrar más profundamente que cualquier pensamiento racional, conceptual o abstracto.


Características de la imaginación
La “imaginación activa” de Jung

La expresión “imaginación activa” fue utilizada por Jung para referirse a un método orientado a conectarnos conscientemente con con nuestra verdadera esencia interna, con nuestra naturaleza esencial. Es lo que Jung llamó “proceso de individuación”. Pero en los últimos años de su vida aplicó también este término a un método distinto, un método orientado a la consecución de objetivos personales y, en general, para gestionar el futuro personal.

Las características de la imaginación activa son:
El Mundus Imaginalis de Henri Corbin

El filósofo francés Henri Corbin, gran estudioso de los textos árabes y persas, experto en sufismo y misticismo persa, ha trasladado a Occidente el concepto islámico de mundo imaginal.
La Psicología Arquetipal de James Hillman

James Hillman ha renovado y reinterpretado la concepción junguiana de los arquetipos. Es el creador de la llamada “psicología arquetipal” (también llamada “psicología imaginativa”), una de las tres corrientes post-junguinas en las que derivó la psicología analítica de Jung. Las otras dos son la escuela de Zurich (también llamada clásica u ortodoxa) y la escuela evolutiva.

Hillman, al contrario que Jung, utiliza un enfoque más fenomenológico que analítico, dando relevancia a las imágenes concretas, más que a los patrones psicológicos. La psicología arquetipal es una psicología basada en el alma y en su actividad primaria, que es la imaginación.
Patrick Harpur: la imaginación es la realidad

El filósofo inglés Patrick Harpur ha adquirido notoriedad con su obra “El fuego sagrado de los filósofos. Una historia de la imaginación” [2006]. Según Harpur, con el racionalismo cartesiano vino la literalización de la realidad y una visión del mundo, considerada como la única y verdadera realidad. Pero esta visión es solo una visión, no el mundo. Hay muchas formas de contemplar el mundo.

Desde la antigüedad, el mundo se consideraba que estaba animado. Era el Anima Mundi. El alma participaba del alma del mundo porque estaba conectada. Entonces no había distinción entre lo físico y lo psíquico. Descartes separó sujeto (animado y pensante) de objeto (inanimado y no pensante). El racionalismo se ha empeñado en negar toda actividad mental no racional.
Matemática e imaginación

El aprendizaje de la matemática implica el desarrollo de un tipo particular de imaginación: la imaginación matemática. “La imaginación y la matemática no se contraponen; se complementan como la llave y la cerradura” (Borges).

La imaginación es fundamental en matemática para crear nuevos mundos abstractos y producir creatividad. La imaginación también está presente implícitamente en:
Informática e Imaginación

Imaginación artificial

La imaginación artificial, también llamada “imaginación sintética” o “imaginación mecánica” es una simulación artificial de la imaginación humana mediante ordenadores de propósito general. Entre las características que se pretenden simular están: la creatividad, la visión y audición artificiales, el arte digital, las emociones, etc. Se trata de que los ordenadores sean capaces de crear automáticamente nuevos escenarios o nuevos mundos atractivos para el aprendizaje y el entretenimiento.


MENTAL y la Imaginación Abstracta

Mundo imaginal y expresiones posibles

El mundo imaginal es el conjunto de todas las imágenes posibles a las que podemos acceder. Estas imágenes ya existen y están en una dimensión superior al espacio y al tiempo. Todo lo imaginable ya existe, aunque en otra dimensión: la dimensión imaginal. Las imágenes no se crean. Lo que hacemos al imaginar es contactar con imágenes preexistentes. No podemos imaginar lo que no pertenezca al mundo imaginal.

Análogamente, todas las posibles expresiones (bien formadas) que pueden formarse con MENTAL ya existen potencialmente, ya existen en , el universo formado por las infinitas expresiones posibles, el universo expresivo absoluto. Cuando hacemos referencia a una expresión, estamos visitando algo ya existente. Para describir algo, realizar una operación o resolver un problema, lo que hacemos es seleccionar entre las expresiones ya existentes. Las evaluaciones de las expresiones son, en general, trayectorias dentro del espacio universal de las expresiones, trayectorias que también existen previamente. Un ejemplo ilustrativo es el de los números naturales que ya existen y que “visitamos”.


La imaginación en MENTAL

Como no se puede pensar sin imaginar, se plantea la cuestión sobre qué tipo de imaginación está implicada en MENTAL.
La imaginación activa y la analogía mente-ordenador

Dentro del contexto de la imaginación activa como método para consecución de objetivos, existe una clara analogía entre la mente y el ordenador. Las correspondencias serían las siguientes: El tipo de arquetipo que adoptamos en cada momento, para que se pueda procesar el objetivo correspondiente, se corresponde con el grado de libertad que debemos elegir para que se pueda implementar y ejecutar el programa.

Además, el ordenador es el medio en el que podemos aplicar la imaginación para crear todo tipo de arquetipos virtuales (entornos, objetos y relaciones): crear mundos con leyes diferentes, crear objetos imposibles, volar, realizar atajos espacio-temporales instantáneos, modificar propiedades globales, etc. El límite es la imaginación. En el ordenador no hay limitaciones. El ordenador es un espacio de libertad.

PersonaOrdenador
Inconsciente colectivoFuente de energía universal
Inconsciente personalEnergía del ordenador
YoHardware
Arquetipos primariosInstrucciones
ObjetivoPrograma



Adenda

La imaginación activa como proceso de individuación

La imaginación activa junguiana es un método de exploración interior, un camino para descender al inconsciente, a lo más profundo de uno mismo. Se realiza mediante un diálogo o negociación con el inconsciente, para ganar conocimiento de nuestros arquetipos, controlar las tensiones internas y alcanzar el equilibrio. Jung describe la imaginación activa como “una discusión dialéctica con el inconsciente para llegar a un acuerdo con él”.

La imaginación activa es autorreferencial, es comunicarnos con nosotros mismos. Es como soñar despierto, pero no se trata de sueño, sino todo lo contrario. Decía Jung: “Quien mira hacia fuera, sueña, quien mira hacia dentro, despierta”.

El objetivo final es lograr la individuación, es decir, lograr lo in-dividido, la unión del consciente y el inconsciente. Según Jung, este proceso de individuación es un proceso descendente en espiral inacabable, porque nos internamos en un campo donde no existe el tiempo ni el espacio.

El método junguiano consiste en los siguientes pasos: Según Barbara Hannah, discípula y colaboradora de Jung, Jung “descubrió” (no “inventó”) la imaginación activa, porque ésta es una forma de introspección que el hombre ha usado desde siempre, pues la tendencia innata de la psique es dirigirse hacia su centro, su yo interno. La imaginación activa es descendente. La imaginación pasiva, en cambio, es ascendente: corresponde a los procesos imaginativos que tenemos de forma inconsciente y que afloran al consciente sin control alguno por nuestra parte.


Los escritos de Jung sobre la imaginación activa

La imaginación activa como proceso de individuación fue practicada por Jung, por sus discípulos y sus pacientes, recomendándola hasta el final de su vida. Empezó a trabajar en ella en 1912, aunque el nombre de “imaginación activa” fue posterior (1935). En muchos de sus escritos se refiere a la imaginación activa, pero es en “Mysterium Conjunctionis” −considerada por los junguianos como su obra principal− donde Jung explica ampliamente su método.

La imaginación activa, como técnica de consecución de objetivos y control de nuestro destino, no aparece en ninguna obra oficial de Jung. Solo dejó manuscritos y dibujos en los llamados “Libro Rojo” y “Libro Negro”, escritos durante sus últimos años de su vida (que fueron los más fructíferos), custodiados por sus colaboradores más próximos y escasamente divulgados. Una reciente divulgación de esta teoría “secreta” se encuentra en el libro “El Efecto Mariposa” [de Saint-Aymour, 2007].


La imaginación activa para consecución de objetivos individuales

Para lograr objetivos individuales y configurar nuestro futuro, debemos conectarnos, sintonizar con el inconsciente colectivo mediante la imaginación activa. Como todo existe ya simultáneamente, ya existe una versión paralela de ti mismo con el objetivo ya alcanzado. Lo único que tenemos que hacer es favorecer su manifestación. Para ello, hay que realizar los siguientes pasos:
  1. Establecer con claridad el objetivo que se desea conseguir.


  2. Elegir el arquetipo más adecuado respecto al objetivo que se desea conseguir.
    El arquetipo es la infraestructura psíquica necesaria para que se pueda manifestar el objetivo. Puede ser tu arquetipo actual, pero en general habrá que cambiar de arquetipo para que el objetivo “encaje” en tu entorno psíquico personal.

  3. Interiorizamos para aquietar la mente. Se pueden aplicar diferentes técnicas, pero la más efectiva de calmar la mente es observarla desde el alma. Nos situamos en el nivel superior del alma contemplando nuestra mente. Por el solo hecho de contemplar o percibir, los pensamientos se retiran. En general, cuando percibimos estamos en el nivel del alma, pues en el alma no hay pensamientos.

  4. Utilizar la imaginación visualizando internamente el objetivo y el arquetipo elegidos.


  5. El último paso consiste en estar atentos a la respuesta del inconsciente colectivo, que tiene que reestructurarse o reorganizarse automáticamente para que se manifieste lo que hemos imaginado. Nosotros ponemos el “qué” y el inconsciente colectivo responde con el “cómo”.

    Debemos de estar atentos a la posible aparición de hechos sincrónicos, como respuesta a nuestra actividad imaginativa. También debemos ser conscientes de las intuiciones (los mensajes del alma) que recibimos a través de nuestro subconsciente. Las intuiciones que percibimos nos conectan más profundamente con el objetivo.

Otros temas de la imaginación activa
Bibliografía